Entrevista al Dr. José Manuel Benítez del Castillo
“E-Eye está indicado en la DGM y el ojo seco evaporativo que no responde a terapia estándar”
En el informe final del Congreso de la ARVO de 2010 se destacaba ya que la disfunción de las glándulas de Meibomio se identificaba como la principal causa en el mundo del síndrome del ojo seco (SOS).
En la actualidad, el tratamiento con luz pulsada intensa regulada (IRPL®) se muestra como una opción terapéutica radicalmente diferente a los tratamientos existentes, que son fundamentalmente paliativos.
Ha sido probado en ensayos clínicos en más de 200 pacientes, con resultados excepcionales.
E-Eye es un generador de luz pulsada policromática capaz de producir secuencias de impulsiones luminosas perfectamente calibradas y homogéneas. Los impulsos esculpidos se liberan bajo la forma de trenes de pulsos cuya distancia, energía y espectro están precisamente determinados para estimular las glándulas de Meibomio y hacer que recuperen su funcionamiento normal.
Es un tratamiento sencillo de realizar y que apenas dura unos minutos y para el que se requieren tres sesiones: la segunda 15 días después de la primera y la tercera 30 días después de la anterior. Los resultados de los ensayos clínicos muestran a partir de la segunda sesión una satisfacción del 90% de los pacientes en relación a la mejoría de los síntomas. Además, las medidas clínicas realizadas determinan que un 45% de los pacientes de grado 2, según la clasificación de Oxford, cifran esta mejoría en uno o dos grados; porcentaje que asciende al 81% en los pacientes de grado 1. Los de grado 3 y 4 deberán ser tratados de forma simultánea en ambos párpados.
El doctor José Manuel Benítez del Castillo, uno de los máximos especialistas en este campo, nos cuenta su experiencia con E-Eye:
Pregunta: ¿Por qué empezó a usar IRPL (E-EYE) para el tratamiento de ojo seco?
Respuesta: Leyendo la literatura científica comprendí que era una buena opción para las necesidades no resueltas de mis pacientes.
Este año en el congreso del TFOS se presentaron diferentes estudios de distintos grupos de muchos países con resultados muy positivos.
P.: ¿Qué beneficios cree que aporta E-EYE al paciente?
R.: Mejorar el ojo seco evaporativo.
P.: ¿Cuál es el perfil del paciente para recibirun tratamiento de E-EYE?
R.: Paciente con disfunción de las glándulas de Meibomio (DGM) y ojo seco evaporativo que no responde a terapia estándar.
P.: ¿Cuándo recomienda el tratamientoE-EYE a sus pacientes?
R.: Cuando han fallado el calor y masaje y el tratamiento antiinflamatorio (ciclosporina, omega 3 y tetraciclinas).
P.: ¿Cuál es el protocolo de sesiones que establece?
R.:Tres sesiones: inicial, a los 15 días y al mes.
P.: ¿Considera que debe haber un tratamiento complementario tras cada sesión? ¿Qué recomienda?
R.: El paciente debe seguir con su tratamiento habitual.
P.:¿Cree que E-EYE es un tratamiento seguro?
R.: Sin duda alguna. No se han reportado efectos adversos.
P.: ¿Qué resultados está obteniendo en su clínica diaria?
R.: Estamos empezando y por lo tanto nuestros resultados son limitados y preliminares. Los pacientes están contentos (mejoría en cuestionarios sintomatológicos) y algunos en el tiempo de ruptura de la película lagrimal.
P.: ¿Qué pruebas diagnósticas realiza antes y después del tratamiento de IRPL (E-EYE) para cuantificar la eficacia del mismo?
R.: OSDI, tiempo de ruptura de la película lagrimal no invasivo, test de Schirmer, examen con la lámpara de hendidura, expresión palpebral y meibografía.
P.: ¿Qué grado de satisfacción tienen sus pacientes tras las sesiones establecidas? ¿Le demandan sesiones adicionales?
R.: Tras la primera no suelen notar nada. Es tras la segunda o tercera cuando mejoran. A aquellos que mejoran se les ofrece repetir la sesión cuando empeoren o repetirla periódicamente cada 4 meses.
Entrevista al Dr. Miguel Ángel Teus. Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares
Journal of Glaucoma publica un estudio del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares sobre el uso de Ologen MC en la trabeculectomía y la facotrabeculectomía
El pasado mes de enero, la revista Journal of Glaucoma publicaba los resultados de un estudio realizado por especialistas del Departamento de Oftalmología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alaclá de Henares (Madrid) y la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá.
En el estudio se analizó el impacto en la eficacia de la trabeculectomía tanto en cirugía combinada de glaucoma y catarata (facotrabeculectomía) como aislada al utilizar un implante de colágeno (Ologen MC) y bajas dosis de mitomicina C. El seguimiento de los pacientes se prolongó hasta dos años.
“La trabeculectomía”, comenta el doctor Miguel Ángel Teus, uno de los investigadores que firman el artículo, “es la técnica quirúrgica gold standard para reducir la presión intraocular (PIO) en el tratamiento del glaucoma. Lo que hemos hecho ha sido comparar los resultados de las técnicas clásicas de trabeculectomía y facotrabeculectomía, en las que habitualmente se utilizan altas dosis de mitomicina C, con otro procedimiento, en el que se utilizan bajas dosis de mitocina C y un implante de colágeno (Ologen MC)”.
En el grupo de control se incluyeron 29 ojos, de los que se practicó una trabeculectomía a 12 ellos y una facotrabeculectomía a los 17 restantes.
El grupo de estudio incluyó el mismo número de ojos, habiendo practicado a 14 de ellos una trabeculectomía y una facotrabeculectomía a 15. En todos ellos se utilizó la misma técnica quirúrgica.
“Los resultados a medio y largo plazo muestran que, especialmente en la cirugía combinada de glaucoma y catarata el uso de Ologen MC y mitomicina a baja dosis mejora la eficacia hipotensora de la intervención.
También sucede ésto en el grupo de trabeculectomía, pero no de una manera tan significativa. Probablemente, en este último caso, si el número de pacientes incluidos en el estudio hubiese sido mayor, los resultados habrían sido también significativos.
En último término, los resultados obtenidos tienen sentido, ya que el problema de la cirugía combinada es que se genera un proceso de cicatrización por la inflamación propia de la cirugía de catarata que acaba afectando a la cirugía filtrante, mientras que en la trabeculectomía aislada, al haber menor inflamación intraocular, es más fácil que se mantenga la filtración activa. El implante de Ologen MC favorece que no se produzca la cicatrización en el espacio subconjuntival y que, por tanto, la PIO se mantenga en valores adecuados durante más tiempo”.
La conclusión fundamental del estudio, señala el doctor Teus, “es que el implante de Ologen CM puede ser considerado como un buen adyuvante de la mitomicina C en la cirugía combinada (facotrabeculectomía) para mantener a largo plazo la reducción de la PIO deseada”.
Hay que señalar, finalmente, que la utilización del implante de Ologen MC no necesita modificar la técnica quirúrgica